Museos

El Museo Histórico Fray José María Bottaro

Todo comenzó en el año 1748. Antes de que existiera el museo, en ese lugar estaba el Convento franciscano, que es el edificio alrededor del que se fundó el pueblo de San Pedro.

El Museo Histórico Regional está ubicado en la manzana del Palacio municipal, que se construyó cuando las autoridades decidieron derrumbar el convento.  En 1978, un grupo de entusiastas fundaron esta institución, con el objetivo de resguardar el patrimonio de la ciudad, tarea que es posible gracias a la colaboración de vecinos que aportan objetos que forman parte de la colección del museo.

Cuando uno llega, la primera impresión es que el propio edificio es en sí mismo una pieza de museo: una fachada colonial precedida por un patio en el que sobresale un cañón del Ejército de Los Andes –como los que adornan la plazoleta que lleva ese nombre en la costanera– con una enorme puerta de acceso que, a través de un zaguán, nos introduce en el salón principal, alrededor del que se ubican las salas temáticas.

La sala ubicada a la izquierda y que da a calle 9 de Julio se llama la “Sala del Convento”. Allí hay un retrato de José María Bottaro, fraile cuyo nombre lleva el museo, y otro de Fray Cayetano José Rodríguez, el franciscano sampedrino más famoso de la historia, primer bibliotecario de la Biblioteca Nacional, autor de un himno nacional desechado por él mismo ante el de Vicente López y Planes, y cuya firma fue estampada en la Declaración de la Independencia nacional en Tucumán, en 1816.

El único objeto que se conserva del antiguo convento es una puerta, que está exhibida en esta sala. Verde, imponente y en muy buen estado, fue comprada por vecinos en una subasta, aunque no sabían que pertenecía a ese edificio. Tras un análisis, supieron que se trataba de una pieza histórica y decidieron que permaneciera en el museo, en exposición.

Otra de las salas contiene antiguos sillones que formaban parte del Salón Dorado del Palacio municipal, donde hoy sesiona el Concejo Deliberante. Allí también hay un espejo que adornaba ese espacio. Además, dos maniquís visten ropas del siglo pasado: un vestido para las fiestas de noche de la alta sociedad y otro de uso cotidiano.

En esa sala hay dos cuadros que son retratos de exintendentes de San Pedro: Máximo Millán y Eduardo González Bonorino. La Municipalidad cedió al museo antiguos retratos de otros exmandatarios, que rotan en la exposición.

La siguiente sala cuenta la historia de Eduardo Depietri. Construyó unos ferrocarriles económicos de trocha angosta, que cruzaban los campos para sacar los granos, y de ahí se llevaban al puerto, donde comenzaban a circular los primeros buques.

Depietri no pudo contra los intereses de los ingleses, entonces tuvo que abandonar los ferrocarriles y se fundió. Allí, en la sala, había antiguos muebles como sillones, un gran armario, dos cajoneras grandes con repisas arriba. Cerca de su casa había una fábrica de alcohol abandonada que tenía dos chimeneas, una de las cuales el Estado decidió derrumbar tras una tormenta. También hay un ladrillo de una de esas chimeneas.

Del otro lado, el museo cuenta la historia del antiguo hospital de San Pedro. Hay instrumentos que se usaban para cirugías, grandes máquinas de oxígeno, balanzas antiguas y tubos de ensayo. También hay una carpeta de archivos y libros que contienen todos los registros de maternidad e infancia.

 9 de Julio 134 9 de Julio 134

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